En este apartado publicaremos una serie de capítulos escritos, formato novela, en los que iremos explicando qué ocurrió durante los 15 años que transcurren entre que Goku se fue con Uub a entrenar y el comienzo de Dragon Ball Hell.
Será una recopilación de pequeñas historias divididas en capítulos en las que veremos algunos detallitos importantes en la historia de los guerreros Z. De esa forma amenizaremos un poco los tiempo de espera entre los capítulos del manga.
El motivo de realizarlo por escrito es, porque de esta forma, tardaremos mucho menos tiempo en explicar lo que ocurrió que si lo dibujásemos. Además, de dibujarlo, tendríamos que dedicar mucho tiempo a la previa en lugar de avanzar, por ese motivo también, prefiero subirlo por escrito.
CAPÍTULO I
Surcaba el resplandeciente cielo de aquel día que nunca
podría olvidar. A su alrededor, las brillantes nubes reflejaban la cálida luz
del sol, mientras, el joven Uub trataba de asimilar todo lo que le había
ocurrido en tan corto período de tiempo.
Tomó la decisión de inscribirse en el Torneo Mundial de las Artes
Marciales, todo para conseguir dinero para su familia y su aldea. Desde muy
pequeño, el muchacho había demostrado tener más fuerza que el resto de isleños,
pero no fue hasta que el Rey Chapa elogió sus habilidades, el momento en el
que Uub concibió la posibilidad de ayudar a su gente luchando.
El momento de subir al tatami por primera vez lo había
puesto muy nervioso. Por mucho que elogiasen su fuerza, Uub no tenía seguridad en
si mismo y, sin duda, los tipos gigantones y musculosos que había visto, solo
habían acrecentado su tensión y preocupación por no ser capaz de ayudar a su
familia.
Sin embargo, se las había apañado para clasificarse,
resultando mucho más sencillo de lo que él hubiese pensado en un principio.
Pero todo se complicó cuando apareció aquel misterioso
hombre de pelo negro y puntiagudo. Le había provocado hasta hacerlo enfurecer,
todo para que diese el cien por cien de su fuerza.
El extraño sujeto se llamaba Son Goku, y Uub se sorprendió
cuando lo vio flotando en el aire.
A partir de ahí, todo había sucedido muy rápido. El hombre
le había ofrecido ir con él a su casa y entrenarlo, además de prometerle que el
líder de la humanidad, Mr. Satán, una de las personas más ricas del mundo,
ayudaría a su familia económicamente.
Después salió volando montado en la espalda del tal Son
Goku, pero este, a mitad de camino, había llamado a una nube mágica, y ahora,
Uub iba montado en ella rumbo a casa junto al peculiar hombre que se había
ofrecido a ayudarlo.
-¿Estamos cerca? –preguntó Son Goku sonriente.
-No estoy muy seguro –respondió el niño dubitativo -. ¡Ese
creo que es el Archipiélago Saffron! –dijo observando el horizonte desde las
alturas y señalando un grupo de islas –Mi isla estaría al sudeste. ¿Sabe usted
dónde está el sudeste señor?
-Pues lo cierto es que no –respondió el hombre lanzando una
sonrisa cómplice al muchacho -. ¿Qué te parece si preguntamos a alguien?
¡Sígueme Kinton!
Ambos descendieron hacia la superficie del mar, donde un
grupo de delfines nadaba alegremente.
-¡Hola! Soy Goku –dijo dirigiéndose a los delfines
–. Estábamos buscando una isla y nos hemos perdido. ¿Cómo se llamaba? –preguntó al
niño.
-¡Ah! Eh, Cayenee –respondió Uub muy sorprendido porque
le hubiese preguntado a un delfín, aunque menos que cuando vio que el animal
contestaba.
-Está en aquella dirección Fuuuu. No está lejos de aquí Fuuuuu –dijo el más cercano señalando el camino con su aleta.
-Pero tened cuidado Fuuuuu. No son buenas aguas Fuuuuuu –añadió
otro.
-De acuerdo. ¡Muchas gracias! –se despidió el saiyano
mientras ascendía de nuevo a los cielos.
Uub lo siguió montado en la nube Kinton. Aquellas palabras
del delfín lo habían hecho recordar el motivo por el que abandonó su isla, el
motivo que tantos quebraderos de cabeza le había dado a su familia.
-¿Es esa de allí?
-¡Sí! –dijo Uub, que había dado un respingo sobresaltado.
En el mar, una isla solitaria se iba haciendo visible
rápidamente.
Uub guió a Goku rumbo al poblado, donde algunos de los
lugareños se sobresaltaron al ver a la pareja descender de los cielos.
-¡Es Uub!
-¡Ha vuelto!
Algo colorado, el niño bajó de la nube siendo rodeado por
sus vecinos, los cuales le preguntaban por el resultado del torneo. Entre ellos
se abrió paso una mujer seguida de un hombre y unos niños, lo abrazaron
asombrados de que hubiese vuelto tan pronto.
-No gané el torneo –se disculpó el muchacho -, pero el señor
Son Goku se ha ofrecido a ayudarnos. Es amigo de Mr. Satán y dice que nos dará
dinero.
-¿Son Goku? –dijo el hombre que había abrazado al niño –Mi
nombre es Aukai y soy el padre de Uub. Esta es mi mujer, Ailani, y estos son
nuestros hijos, Keilani, Koa, Ululani y Kekipi –recitó mientras señalaba
a los niños, lo cuales miraban con gestos de curiosidad al extraño hombre que
había llegado acompañando a su hermano mayor.
-Encantado de conocerlos –dijo Goku mientras realizaba una
reverencia a modo de saludo, con un leve sentimiento de culpabilidad por lo que ha había dicho durante el torneo-. Uub me ha contado que pasan algunas dificultades,
no sé preocupen, Mr. Satán es un buen amigo mío, mañana iré a verlo y le pediré
que lo arregle.
La noticia fue celebrada con bastante entusiasmo por los vecinos
de Uub, que se apresuraron a agradecerle a Goku el favor.
-Le damos mil gracias, que Kami-Sama se lo pague –dijo
sonriente Aukai estrechando las manos de Goku -. La verdad es que hemos tenido
serias dificultades estos últimos años. Pero no somos pedigüeños. Trabajaremos
para devolverles este favor.
-No se preocupe, de verdad, tiene muchísimo dinero –dijo
Goku sonriente.
-Por cierto, ¿qué le ha pasado a sus ropas? –preguntó el
hombre extrañado al fijarse en el destrozado gi de Goku.
-Ah, bueno, fue Uub. Mientras luchábamos se le fue un poco
la mano jajaja –respondió Goku riendo.
-¡Uub! –le reprendió su madre -¿Por qué le rompiste el traje
al señor?
-¡Lo lo siento madre! –comenzó el chico asustado -No era mi
intención, estábamos peleando y…
-¡No es excusa! –dijo poniendo lo brazos en jarras mientras
lo regañaba –Con lo amable que está siendo el señor y tú le rompes la ropa.
-No hay que preocuparse, de verdad –intervino Goku
intentando mediar –. Estoy acostumbrado además. Es muy fácil que se acabe
rompiendo mientras peleas.
-Oh, ¿usted también es artista marcial? –preguntó el padre
–¿Conoce al Rey Chapa?
-Ahora que lo dice me suena, pero no estoy muy seguro
–respondió Goku pensativo.
-Fue un luchador fascinante –dijo uno de los aldeanos.
-Ganó varias ediciones del Torneo Mundial de las Artes
Marciales –añadió otro.
-Es natal de nuestra isla –le informó Aukai orgulloso -.
Hace años que se retiró, pero viene de visita de vez en cuando. Fue él quien
alentó a Uub a competir en el torneo y quien le enseñó las nociones básicas de
las artes marciales.
-Tiene pinta de ser un tipo increíble, me gustaría conocerlo
-dijo Goku entusiasmado.
-Viene muy de vez en cuando, sería más fácil que lo
encontrara fuera de la isla, en uno de sus dojos. Si es usted un buen luchador
tal vez pueda retar a alguno de sus discípulos–intervino Ailani.
-Ahora que habla de discípulos hay algo que quiero pedirles
–dijo Goku alegremente -. El Rey Chapa tiene razón, Uub es un chico con un
potencial extraordinario. Me gustaría entrenarlo.
-¿Entrenarlo? –Aukai se avergonzó –Se lo agradecemos, pero
no tenemos apenas dinero, y bastante habrá hecho por nosotros cuando le pida a
Mr. Satán que nos ayude. No podemos aprovecharnos de usted de esa manera.
-Está todo bien, a mí me divierte mucho pelear, en el fondo
es Uub el que me hace un favor a mí. Estoy muy emocionado de haber encontrado a
alguien tan fuerte. Y Uub también ¿verdad? –dijo el saiyano sonriendo al
muchacho.
Este le devolvió la sonrisa y se lo pidió a sus padres
también.
-Me gustaría entrenar con el señor Son Goku, es muy fuerte,
más incluso que el Rey Chapa. ¡Y dice que me entrenará para ser tan fuerte
como él! Por favor –suplicó el chico.
Sus padres se miraron dubitativos.
-Si al señor no le importa -dijo Ailani mirando a su
marido–… Supongo que podrías entrenar, pero recuerda que también tienes que
sacar tiempo para estudiar –le recordó a su hijo –y te tienes que encargar de
tus hermanos mientras tu padre y yo trabajamos.
-¡Gracias madre! ¡Te prometo que seré responsable! –gritó
feliz el muchacho.
-Perfecto –dijo Goku exuberante de alegría–, estoy deseando que…
BRRRRR
Un fuerte ruido surgió de las tripas del saiyano.
-Vaya, parece que con el combate de antes me ha entrado algo
de hambre –rió Son Goku -¿No tendrán algo que comer?
-Sí, pero no tenemos mucho –y Aukai volvió a avergonzarse -.
Como ya le hemos dicho somos bastante pobres, no tenemos para comprar alimentos
fuera de la isla.
-¿Y no podéis cazar, pescar o cultivar? –preguntó Goku
sorprendido.
-La tierra de esta isla no es buena para cultivar y el calor
tampoco ayuda –respondió un anciano -. Tenemos huertos pero requieren mucho
trabajo y la recolección es escasa. Cazar también es un problema, ya que la
mayoría de animales que hay por nuestra zona son lagartos y serpientes,
animales pequeños y venenosos.
-Cazarlos es arriesgado –añadió tristemente una anciana
–poca comida y el riesgo de que te envenenen.
-¿Y cómo han aguantado tanto tiempo viviendo aquí? –dijo
Goku sorprendido.
-Pescando –le informó Aukai –. Nunca hemos tenido mucho
dinero, pero la pesca nos proporcionaba lo justo para alimentarnos, permitiéndonos comerciar lo suficiente como para conseguir algo más de carne, verduras,
medicinas… El Rey Chapa, hace muchos años, invirtió parte del dinero que había
ganado como luchador en comprarnos barcos, de esa forma la aldea comenzó a prosperar.
Pero hace nueve años varios reyes del mar migraron a nuestras aguas.
-¿Reyes del mar? –preguntó Goku con interés.
-Son las criaturas marinas más grandes del mundo –dijo el
anciano vecino de Uub -. Miden varios metros y destrozan los barcos de los pescadores.
Generalmente suelen vivir en aguas muy profundas, pero este grupo se ha mudado
a nuestras costas, devorando a casi todos los peces. Además, si queremos salir
a pescar a aguas algo más profundas, ellos rápidamente vienen en nuestra
búsqueda para atacarnos, hemos perdido todos nuestro barcos y a varios de
nuestros amigos y familiares.
-¿Y no hay nada que puedan hacer? –preguntó Goku.
-Cuando el Rey Chapa se marchó nos dijo que intentaría
conseguir algo de ayuda del exterior. Antes tampoco habíamos podido pedir auxilio a
otras islas ya que los reyes del mar nos han dejado incomunicados. El Rey
Chapa tuvo que mandar un helicóptero para que viniesen a recoger a Uub y
llevarlo a otra isla, en la que pudo tomar un vuelo a la isla Papaya. Con el
dinero pretendíamos comprar comida para subsistir hasta que solucionásemos el problema –lamentó Aukai.
Goku se fijó por primera vez en los delgados cuerpos de los
vecinos de la aldea. Apenas tenían algo de carne cubriéndoles los huesos. Le
había extrañado lo delgado que estaba Uub cuando lo vio, pero no podía
imaginarse que toda la aldea estaría igual.
-Aun así, si tiene hambre, podemos ofrecerle algo del arroz
que nos trajo el Rey Chapa. No es mucho, pero si va a conseguirnos ayuda es lo
mínimo que podemos hacer por usted –dijo Aukai sonriendo –. Lo tenemos
racionado, puede quedarse con mi parte si quiere.
-No se preocupe, a decir verdad no tengo tanta hambre –dijo
Goku que se había puesto algo más serio -. Es más, creo que es un buen momento para empezar con el
entrenamiento de Uub. ¡Sígueme!
Goku dio un salto ante los asombrados familiares y vecinos
de Uub, quedándose suspendido en el aire a varios metros de altura. El
muchacho, que había mantenido silencio mientras hablaban los adultos, se apresuró
a subir a la nube Kinton y, tras despedirse, salió volando detrás de su
maestro, dejando a los isleños fascinados.
-Dime Uub. ¿Sabes dónde se encuentran esos monstruos?
–preguntó Son Goku.
-Em, suelen rodear toda la isla. Según mi padre atacan cuando
sienten que hay algo en el agua, por eso sabían dónde estaban nuestros barcos
–respondió el niño.
-Entonces será fácil.
Volaron, adentrándose poco a poco varios kilómetros en el
profundo mar, entonces, Goku le hizo un gesto a Uub para que se detuviera.
-¿Qué hacemos aquí? –preguntó nervioso el chico mirando
hacia abajo desde la nube Kinton.
El agua del mar estaba a
unos quince metros bajo sus pies. Uub nunca había visto a aquellas
criaturas, pero su padre fue uno de los que se salvó durante uno de sus ataques
y, por lo que le había contado, esa distancia no parecía prudente.
-Vamos a comenzar tu entrenamiento –dijo Goku –¿Sabes lo que
es el ki?
-¿El qué?
-No, el ki.
-Quiero decir, no, no sé qué es –dijo el chico si apartar la
vista del mar.
-Mírame a mí –le dijo Goku con seriedad haciendo que el
chico alzase la vista -. Si quieres ser un buen luchador vas a tener que
empezar a controlar tu miedo. El ki es la energía interna que llevamos todos
dentro. Una de las cosas que nos permite es volar, mira.
El hombre puso la palma de su mano hacia arriba y, de
pronto, surgió de ella una esfera luminosa del tamaño de una naranja.
-¡Increíble! –exclamó Uub -¿Yo también puedo hacer eso? –e
intentó hacer fuerza con la palma de su mano en alto sin conseguir resultado alguno.
-Tendremos que enseñarte a utilizarlo –le dijo Goku –. Por
ahora con que prestes atención será suficiente. El ki se puede moldear, y con
ello puedes crear distintas técnicas, puedes hacer que corten –la bola se
aplanó convirtiéndose en un disco –. Que atraviesen cosas con mayor facilidad
–la masa luminosa se alargó como si fuera una lanza -. O incluso puedes
dirigirlas o hacer que exploten.
El saiyano lanzó con fuerza la bola de energía contra el
mar. Cuando esta se sumergió, cerró su puño, y una explosión desde el interior
provocó que el agua se agitase con tanta fuerza, que casi llega a mojarlos a
ellos.
-¡Señor Goku! –exclamó el niño asustado tanto por la
explosión como por sus consecuencias –¡Es muy peligroso, ahora los reyes del
mar sabrán que estamos aquí! ¡Hay que
-Y ahora mira como muevo y colocó mis brazos y mis manos
–dijo Goku sin prestar atención al niño.
-¡Pero es que –comenzó.
-Cuando lo hayas visto nos iremos.
Uub se resignó y miró a su maestro, asustado, teniendo el
presentimiento de que las criaturas marinas iban hacia ellos.
-¡De acuerdo pero dese prisa! –imploró.
-Si apartas la vista tendremos que volver a empezar –dijo
Goku serio.
El hombre alzó ambos brazos apuntando hacia delante, con sus
dedos estirados. Levantó su brazo izquierdo e hizo descender el derecho,
simultáneamente, formando una ligera curva que dejó ambas palmas de las manos
orientadas una hacia la otra. Dirigió los dorsos de estas hacia atrás, flexionando
ligeramente los dedos y juntando las muñecas mientras con una voz profunda
decía “KAME…”.
Una oscura silueta comenzó a hacerse cada vez más y más
grande bajo el agua.
Son Goku flexionó las fosas de los codos sin separar las
muñecas, llevando las manos hacia atrás por la parte derecha de su tronco, con
la espalda encorvada dejando el codo derecho a la altura de su cabeza, siempre
con las muñecas juntas y dijo “HA…ME…”.
Del Mar surgió una criatura inmensa salpicando agua a todas
direcciones. Era como una serpiente marina, pero de decenas de metros. Abrió una
boca en la que bien podrían haber entrado sin problemas Goku, Uub y veinte
personas más. La criatura rugió con tanta fuerza que hizo que Uub sintiera que
le vibraba todo el cuerpo. Cayó de espaldas sobre Kinton, completamente
aterrorizado, mientras olía el nauseabundo olor que desprendía el ser por su
boca, repleta de afilados dientes y con una lengua bífida más grande que un caballo. Uub observó cómo las membranas de la criatura,
situadas a los laterales de su cabeza, comenzaron a vibrar y, entonces, se abalanzó sobre ellos con las fauces abiertas.
De pronto una luz azulada proveniente de su izquierda junto
a una voz que le regañaba lo sacaron del shock en el que se encontraba “te dije
que no apartases la mirada”.
Dirigió la vista a su maestro y pudo ver como una bola de
energía se había formado entre las palmas de sus manos. Un instante después, movió lo
brazos hacia adelante, adonde se encontraba la criatura, como si quisiese
empujar la bola de energía hacia ella y gritó “HAAAAAAA”.
Los aldeanos se hallaban tranquilos, hablando de la llegada
del misterioso individuo, felices de que al fin fueran a recibir ayuda. De
pronto vieron que una serpiente gigante surcaba los cielos rumbo hacia ellos.
Asustados todo salieron de sus casas e
intentaron correr, alejarse del pueblo, pero la serpiente era demasiado rápida
y antes de que pudieran hacer nada ya estaba sobre sus cabezas.
Asustados, miraron al cielo implorando ayuda, pero se
sorprendieron al ver al extraño hombre que había llegado con Uub, sosteniendo
sobre sus brazos al rey del mar y, al chico, eufórico, rebosante de felicidad,
con una sonrisa que apenas le cabía en la cara y gritando mientras algunas
lágrimas le caían por el rostro “¡HOY COMEREMOS HASTA HARTARNOS”.
CAPÍTULO II
-KAME…HAME…¡HAAAA!
-Nada.
Son Goku y Uub se habían marchado
a entrenar a una isla deshabitada ubicada en un pequeño archipiélago, lo
suficientemente alejado de la civilización como para que su práctica no se
inmiscuyese en la tranquila vida de los terrícolas. Un manto de hierba cubría
casi toda su extensión, de la que, ocasionalmente, asomaba algún arbolito fino
y alargado.
Koa y Ululani, dos de los
hermanos de Uub, jugaban alegremente alejados del maestro y el discípulo,
revolcándose por el verdoso pasto tan difícil de encontrar en su cálida isla,
en la que la arena y la tierra seca, cubrían prácticamente todo aquello por lo
que se pudiera caminar.
-¿Pero por qué no sale? –Uub
estaba inmóvil, con la posición perfecta para efectuar un Kame hame ha. A pesar
de lo que se había esforzado a lo largo toda la semana, de sus manos no había
brotado ni una pizca de energía, ni una sola vez.
-Es muy raro –dijo Goku también
extrañado. El saiyano estaba sentado en la hierba sosteniendo en brazos al menor
de los hermanos. El pequeño Kekipi miraba divertido los movimientos que su
hermano mayor hacía con las manos –. El uso del ki nunca ha sido un problema
para nosotros.
-¿Y si no tengo ki señor Goku?
–preguntó Uub asustado.
-Todo el mundo lo tiene –sonrió
Goku -. Aunque parece que hay algo que te impide usarlo. Cuando peleamos en el
torneo lanzaste una oleada de energía, pero era como una energía de choque, no conseguiste
darle ningún tipo de forma, fue más tu propia aura.
-¿Y qué puedo hacer? –le apremió
el muchacho muy preocupado.
-Por ahora comenzaremos tu
entrenamiento base –le explicó el saiyano alegremente mientras restaba
importancia con un gesto a su incapacidad para usar el ki –. Tienes mucha
fuerza pero te falta control, y no podemos estar esperando a que te enfades
cada día para entrenar. Necesitas adquirir las bases de un entrenamiento físico
para poder seguir un entrenamiento más elevado. Calculo que en un mes estarás
capacitado para aguantar una gravedad diez veces superior a la normal, así que
cuando estés listo iremos con el Kaio del Norte, a ver si él es capaz de
ayudarte a controlar la energía.
-¿El Kaio del Norte? –preguntó el
muchacho.
-Sí, fue mi maestro hace muchos
años y suelo ir a entrenar con él de vez en cuando. Seguro que puede descubrir
por qué te cuesta tanto usar el ki –le explicó Goku –. Su planeta tiene una
gravedad diez veces superior a la normal, por eso es necesario que tu cuerpo se
fortalezca un poco antes de ir.
-¿Otro planeta? –gritó Uub –¿Hay
más planetas habitados además de este?
-Claro –y la sonrisa de Goku se
acrecentó –. Yo no soy un terrícola. Me mandaron aquí cuando era un bebé. Fui
criado por mi abuelo Son Gohan y tiempo después conocí a Bulma, a Yamcha, al
maestro Mutenroshi… Hice buenos amigos y tuvimos que pelear juntos para
proteger la paz del planeta. Los años pasaron y un día mi hermano llegó a la
Tierra y me habló mis orígenes. Me explicó que yo era un saiyano, una raza
guerrera de otro planeta.
-Es increíble –dijo Uub temblando
-. ¿Su hermano también estaba el día del torneo?
-No, mi hermano murió hace muchos
años, Piccolo y yo tuvimos que matarlo. Pero no te preocupes –dijo al ver que
Uub ponía cierta cara de culpabilidad -. Era un tipo malvado que quería
exterminar a los terrícolas, no hubo más remedio. Ya solo quedamos cuatro
saiyanos de raza pura. Uno de ellos es Vegeta, era también participante en el
torneo. ¿Te fijaste en un tipo que iba conmigo, que llevaba el pelo negro de
punta y que siempre estaba serio? –Uub asintió con la cabeza -. Ese es Vegeta.
Su hermano Tarble es un buen tipo, vino una vez a la Tierra, pero se marchó, le
gusta viajar por el espacio. El último es Broly, vive en otro planeta también,
si quieres algún día podemos ir a verlo.
-¿De verdad? ¿Y son tan fuertes
como usted maestro? –preguntó Uub emocionado.
Depende –le respondió Goku divertido
–. Vegeta es prácticamente tan fuerte como yo, sin embargo su hermano es mucho
más débil que nosotros. Pero Broly pertenece a otra dimensión. Es muy poderoso,
ni Vegeta y yo juntos podríamos derrotarlo aunque, por increíble que parezca, detesta
pelear, algo muy extraño en un saiyano.
Aparte de nosotros cuatro hay
algunos mestizos, mis hijos Gohan y Goten, mi nieta Pan y Trunks y Bra, el hijo
y la hija de Vegeta.
-No puedo creerlo –exclamó Uub
emocionado –. Y pensar que había extraterrestres entre nosotros. ¿Hay más especies
aparte de los saiyanos?
-¡Claro! –respondió Son Goku animándose
tanto como el muchacho –Están Piccolo y Dende que son namekianos, un tipo
llamado Jaco que viene de vez en cuando. Este pertenece a la Patrulla
Galáctica, son buena gente pero llevan unos trajes muy raros. También está
Freezer, deberás tener cuidado si te enfrentas alguna vez con él, es sumamente
malvado, y me he encontrado con muchos otros, como los Kaioh-Shin o los dioses
de la destrucción, porque no solo hay planetas habitados en este universo, hay
varios universos más, incluso hay saiyanos en otro de ellos.
-¿Hay más universos? –está vez
Uub no pudo contenerse y cayó de culo a la hierba mientras miraba el cielo –Es
asombroso –dijo eufórico –. No podía imaginarme algo así.
-Nunca podrás imaginar lo que vas
a encontrarte en este mundo. De pequeño yo vivía solo en una montaña, nunca se
me hubiera pasado por la cabeza que yo era un extraterrestre, al igual que
imagino que tú no sabrás que eres la reencarnación del monstruo Buu.
-¿Qué? ¿Yo soy la reencarnación
de un monstruo? –preguntó Uub mirando asustado a Goku.
-Hace diez años un brujo despertó
al monstruo Buu, –le explicó Goku al atónito muchacho –una criatura que provocó
el caos en el universo millones de años atrás, destruyendo todos los planetas
por los que pasaba. Tuvimos que enfrentarnos a él y, antes de derrotarlo, pedí
a Enma, el guardián del Más Allá, que permitiese que el alma de Buu se
reencarnara para poder enfrentarme a él de nuevo. Esa reencarnación eres tú.
-Entonces… ¿soy un monstruo?
–dijo Uub mirándose las manos con preocupación.
-Por supuesto que no –repuso Goku
-. Cuando la gente muere sus almas pasan ante Enma, este decide si enviarlas al
Paraíso en caso de haber sido buenos, al infierno si deben pagar por sus
pecados, o se les depura la maldad si no cumplen las condiciones para ir a
cualquiera de los dos sitios. Mantienen la esencia de su alma, pero sin rastro
de maldad. Tú eres completamente distinto, te preocupas por tus padres, por tus
hermanos, por tus vecinos… y la mayor prueba de que no eres como él es que
puedes montar en Kinton.
¿Y eso que tiene que ver? –preguntó
el niño algo confuso.
-Solo personas de corazón puro
pueden subir en ella. Tus hermanos son muy pequeños y no conocen la maldad
-dijo sonriendo al menor de ellos, el pequeño se estaba quedando dormido acurrucado en los
brazos del saiyano –, pero tú ya tienes casi diez años. Podría haber algo de
malicia en tu corazón, pero puedes subir en Kinton. ¿Necesitas más pruebas de
que no eres el mismo que aquel monstruo que destruía planetas por diversión?
Uub respiró aliviado. La noticia
le había sorprendido, pero el razonamiento de su maestro lo había
tranquilizado, aunque no le dio mucho tiempo a pensar en ello porque fueron
interrumpidos.
-¡Abuelo!
-¡Oh! Esta es mi nieta Pan -dijo
Goku mirando sonriente al cielo –. Te la presentaré. ¡Pan aquí!
La pequeña Pan descendió de los
cielos, llevaba un gi naranja y el pelo negro cortado a tazón.
-¡Abuelo! –gritó mientras corría
hacia él, pero Goku la detuvo con una voz.
-¡Espera Pan! Tengo a este niño
en brazos, no lo vayas a tirar -le avisó el saiyano.
-¿Es un bebé? –dijo Pan
entusiasmada elevándose en el aire para ponerse a la altura de los brazos de su
abuelo -¡Es verdad! Es muy mono ¿De dónde lo has sacado?
-Es el hermano pequeño de Uub. ¿Te
acuerdas de él? –dijo Goku haciendo un gesto con la cabeza en dirección a Uub
–Nos enfrentamos en el Torneo de las Artes Marciales.
-Hola, es un placer –se presentó
el muchacho mientras se acercaba a ellos -. Tu abuelo nos ha ayudado mucho, mi
familia y yo os estamos muy agradecidos.
-¡Eres el chico del otro día!
–gritó Pan volando hacia él -¡Tienes muchísima fuerza! Incluso mi padre estaba
sorprendido y eso que él es muy fuerte.
-Gra-gracias –respondió Uub
avergonzado -. Tú también eres muy fuerte, vi como derrotabas a aquel tipo. Era
enorme, todo el estadio enloqueció.
-Es que he entrenado mucho –dijo
Pan mientras miraba el suelo algo colorada.
-Hablando de entrenar
–interrumpió Goku –deberíamos comenzar ya el entrenamiento, se nos ha hecho muy
tarde. ¿Te unirás a nosotros Pan?
-¡Sí! –exclamó la niña -. Pero no
creo que pueda enfrentarme con él, es muy fuerte –Pan miró a Uub algo cohibida
–, incluso peleó contigo abuelo.
-No te preocupes Pan –le
tranquilizó Goku –de hecho, ahora, tú eres más fuerte que él.
-¿Acaso está enfermo? –preguntó la
niña intranquila.
-No, pero solo puede sacar todo
su poder cuando se enfada, así que necesitará ir a un ritmo más relajado. Hay
bastantes islas que nos serán útiles para el entrenamiento, veamos, Uub, quiero
que des… veinte vueltas a esta isla nadando, sí, veinte estarán bien.
-¿Ve-veinte vueltas no son
muchas? –dijo el muchacho algo asustado.
-Tú Pan darás una como de
costumbre.
-Pero señor Goku –interrumpió Uub
–. Si ella es más fuerte que yo ¿por qué da menos vueltas?
-Oh no, ella no dará una vuelta a
la isla, dará una vuelta al planeta –aclaró Goku.
-¿AL PLANETA? –gritó el chico.
-Claro, pero es solo el
calentamiento, no quiero que tardéis más de una hora. Luego pelearéis un poco y
después nos iremos a una isla cercana, trabajaréis en el muelle cargando los barcos.
-¿Haremos todo eso? –preguntó Uub
asustado.
-Por supuesto, pero ese será el
entrenamiento de la mañana, ya que Pan tendrá que irse a casa a comer y luego tendrá que estudiar, tú y yo
seguiremos con el entrenamiento de la tarde.
-Ah, bien, eh, jeje.
Abrumado y perplejo, Uub se
preparó para comenzar su entrenamiento, sin poder evitar pensar que los
saiyanos eran seres increíbles.
CAPÍTULO III
-¡Ánimo Pan!
-¡Vamos Uub!
-¡Tú puedes hermano!
La nieta de Son Goku consiguió
esquivar el derechazo de Uub en el último momento, respondiendo con un revés
que golpeó al muchacho de lleno en el pecho. El chico retrocedió, pero, viendo
que Pan se abalanzaba sobre él, mientras caía de espaldas lanzó una patada que
golpeó a la chica en la barbilla y ambos cayeron al suelo.
Sin perder un segundo, los dos
muchachos se levantaron y siguieron peleando.
-Dejan muchos puntos desprotegidos –recriminó Vegeta a Goku –, es la tercera vez que Uub recibe un golpe después de dar un puñetazo, y Pan no juega bien con los pies.
-Aún son muy jóvenes –rió Goku –.
Llevamos poco más de un mes entrenando y Pan solo tiene cinco años, dales
tiempo.
-¿Cuándo lo llevarás ante el Kaio
del Norte? –preguntó Piccolo.
-Dentro de un par de días
–respondió el saiyano –. Gracias a la ayuda de Mr. Satán sus padres pueden
permitirse tomar algún descanso de vez en cuando, así que podrán quedarse con
los niños en casa mientras me llevo a Uub a entrenar.
Dos de los hermanos de Uub, Koa y Ululani, se hallaban algo
alejados de ellos, expectantes ante el combate que su hermano disputaba.
Mientras, Bra, les explicaba los movimientos que no eran capaces de seguir con la
vista. Hacía solo una hora que el príncipe saiyano había llegado con su hija y
esta ya se había vuelto la cabecilla del grupo.
-Uub lo está haciendo muy bien,
pero Pan tiene ventaja –les informó la niña.
-¿En serio? –preguntó Koa atónito
–¡Pero si parece que son igual de fuertes!
-Para nada. Uub ha recibido cincuenta
y nueve golpes directos, mientras que Pan solo treinta y siete, además se ha
caído cuatro veces al suelo y Pan solo dos. ¡Y no solo eso! Uub ha empezado a
sudar y jadear, parece que se está cansando.
-¡Es increíble! –gritó Ululani -¿Cómo puedes recordar tantas cosas y fijarte tanto?
-No lo sé, simplemente me acuerdo
–dijo Bra encogiéndose de hombros.
Pero su plática fue interrumpida
cuando, de nuevo, Uub lanzó un directo que Pan consiguió esquivar sin muchos
problemas, la niña lo agarró del brazo y lo hizo girar en el aire para hacerlo
caer de espaldas contra el suelo. Sin darle tiempo para reaccionar, Pan lo
sujetó del brazo y enrolló su pierna alrededor del cuello del muchacho, dejándolo inmóvil en el suelo.
-¡Ríndete! –le exigió Pan.
-M… mierda –dijo Uub notando un
fuerte dolor en el brazo.
-¡Suficiente! –gritó Goku a lo
lejos –Pan gana el combate. Lo habéis hecho muy bien los dos, pero Uub, te
quedas muy desprotegido cuando golpeas, tendremos que trabajar tus ataques más
para que no te quedes tan expuesto. Descansad un rato.
Bra y los hermanos de Uub se
acercaron rápidamente a los dos muchachos y comenzaron a elogiarlos, comentando alegremente la pelea.
-Mostró mucho más poder cuando se
enfrentó contigo en el torneo –le espetó el príncipe saiyano a Goku -. ¿Se
estaba reservando porque Pan es una niña pequeña?
-No controla bien su fuerza –le
informó Piccolo –. Tiene problemas para controlar su ki y parece que sin enfadarse por ahora este es su límite.
-¿Qué tipo de problemas?
–preguntó Vegeta extrañado.
-No es capaz de utilizarlo. Solo
usa su fuerza bruta y desprende ondas de choque –respondió Goku -. Pero no es
capaz de moldearlo o darle un uso concreto. No puede lanzar una ráfaga de ki,
volar u ocultar su energía. Mi plan era llevarlo ante el Kaio del Norte para
ver si él era capaz de descubrir por qué. Es cierto que en el torneo también
demostró mucho más poder, pero ahora es incapaz de utilizarlo.
-Si el Kaio del Norte no es
capaz de descubrir el problema hemos pensado pedirle ayuda a los Kaio Shin. De no poder ayudarlo, Whis sería nuestra última carta –concretó el namekiano –. Si
descubren qué le ocurre yo podría encargarme de ayudarlo a manejar su ki,
mientras que Goku seguiría con su entrenamiento físico.
-¡Mmmph! Espero que se te de
mejor entrenar al muchacho que a Gohan –le recriminó Vegeta –. Con el poder que tiene es una vergüenza que lo
eche a perder de esa manera.
-A Gohan no le gusta pelear –dijo
Piccolo molesto por la puya –. De todas formas si tienes problemas con mis
métodos siempre puedes intentarlo tú.
-¿Crees que no lo haría mejor que
tú namekiano? –dijo Vegeta enfadado –No sería al primer idiota al que ayudo a
liberar sus poderes. ¡Mira y aprende!
-Oye Vegeta, no creo que…
-¡Tú cállate Kakarotto! Así que
solo saca su poder si se enfurece ¿verdad? ¡Eh! ¡Uub ven aquí!
El niño se dirigió hacía ellos
dejando atrás a sus hermanos y a las dos niñas.
-¿Ocurre algo señor Vegeta?
-Vas a pelear conmigo –le indicó
el príncipe saiyano sonriente.
-¿Qué? Pero señor Vegeta, usted
es tan fuerte como el maestro Goku, perderé sin remedio –dijo el niño algo
asustado.
-No sabía que Kakarotto entrenaba
a cobardes, menuda decepción –se mofó Vegeta –. ¿Por qué no sigues
enfrentándote con Pan? Parece que solo te atreves a pelear contra niñas
pequeñas.
Aquel comentario dolió
profundamente a Uub que buscó la mirada de su maestro. Goku le hizo un gesto
afirmativo con la cabeza y el muchacho tragó saliva bastante nervioso.
-De… de acuerdo.
-Excelente –dijo Vegeta satisfecho.
-Uub, Vegeta es muy fuerte así
que no te contengas –le aconsejó Goku -.Yo me marcho al Planeta de Kaio.
-¿Se va? –dijo el niño asustado.
-¿Goku qué estas… -comenzó
Piccolo, pero Goku lo interrumpió.
-Pensándolo bien podría ser una buena oportunidad. Voy a avisar al señor Kaio para que vea el combate y pueda hacerse una idea del por qué no puedes usar ki –le indicó el
saiyano a su aprendiz –. No te preocupes, lo estaré viendo todo desde allí. Si
algo se pone mal vendré enseguida –dijo Goku tranquilizador.
Tan pronto como lo dijo el
saiyano desapareció gracias al shunkanido, la técnica de teletransportación que tanto le caracterizaba.
Uub miró nervioso a Vegeta, el cual estaba plantado ante él con una sonrisa prepotente en
el rostro.
-¿A dónde se ha ido el abuelo? –preguntó
Pan mientras se acercaba a ellos seguida por Bra.
-Ha ido a hacer unos recados –dijo
Vegeta descruzando los brazos y comenzado a calentar las muñecas –. Ahora es mi
turno de enfrentarme contra Uub.
-Pero papá tú eres el más fuerte –recriminó
Bra –. No tiene nada que hacer.
-Es solo un entrenamiento –indicó
Vegeta poniéndose en posición de combate –, no es que lo vaya a matar, ¿verdad
Uub? –a pesar de sus palabras el tono de Vegeta era muy agresivo y Uub se
preparó para la pelea -. ¿Listo? Venga, atácame.
Uub saltó en el aire en dirección
a Vegeta intentando golpearlo en la cara con todas sus fuerzas, sin embargo, el
príncipe saiyano detuvo el golpe del niño sin apenas esfuerzo y le devolvió
un puñetazo que lo tumbó en el suelo a
varios metros de distancia.
Uub se incorporó con el rostro
dolorido. Ya se había enfrentado a su maestro y había recibido sus golpes, eran
duros y contundentes, pero siempre se había controlado para no causar grandes
daños al muchacho. Cuando recibió el golpe de Vegeta había notado como le retumbaba
toda la cabeza y, por un momento, incluso se le nubló la vista.
-Te quedas muy desprotegido cuando
golpeas –repuso Vegeta burlón -. Venga, ven, te estoy esperando.
Aquel hombre era muy fuerte, Uub
sabía que no podía hacer nada contra él, pero aquella arrogancia le hizo hervir
la sangre. Fue corriendo de nuevo contra él y lo atacó sin piedad, pero Vegeta
paró y desvió todos sus puñetazos y patadas sin esfuerzo, con aquella sonrisa soberbia
en la cara.
Esquivó otro de sus golpes mientras agarraba al niño del pelo, tiró hacia atrás de él y, con su mano libre, le dio una bofetada
que le hizo salir despedido y estamparse de nuevo contra el suelo.
Dolorido, Uub fue a levantarse, pero a la mitad del proceso sintió una potente onda de choque, la cual lo hizo salir
despedido hacia atrás y volvió a caer al suelo.
-¡JA JA JA! Tu sitio es el suelo
pedazo de basura, quédate ahí tirado como la escoria que eres –rió el saiyano.
-¡Te estás pasando Vegeta! –gritó
Piccolo.
-¡Papá para! –dijo Bra asustada.
-¡Déjalo! –Pan se abalanzó contra
Vegeta, sin embargo, el saiyano esquivo su ataque sin ningún esfuerzo, agarró de la cabeza a la niña
y la lanzó contra el suelo, poniéndole un pie encima para que no pudiera
moverse. Mientras, Uub se levantó jadeante.
-Déjala –dijo Uub débilmente.
-¡Callaos la boca todos! –gritó Vegeta
furioso –No sois más que unos debiluchos insignificantes. Eres decepcionante. Parece que Kakarotto se equivocó contigo –se quedó callado durante un instante
y luego sonrió –Dime Uub, esos son tus hermanos ¿cierto?
-Vegeta… ¿Qué vas a –empezó a
decir Piccolo, pero el príncipe saiyano alzó su mano en dirección a los niños y
un enorme rayo de energía salió disparado hacia ellos.
Horrorizado, Uub vio cómo el
ataque se dirigía veloz al encuentro de los asustados Koa y Ululani.
Antes de que pudiera impactarlos, Piccolo se colocó delante de ellos y desvió el ataque de Vegeta a los cielos de
una patada.
-¡Te has pasado de la raya
Vegeta! –le gritó el namekiano mientras se desprendía de su turbante y su capa
-¡Para ahora mismo!
Vegeta sonrió. Su ataque de ki iba a la velocidad necesaria como para que a Piccolo le diera tiempo a
reaccionar y salvar a los muchachos. Había dejado de sentir placer al
comportarse de aquella forma hacía muchos años, pero era lo único que se le
había ocurrido para desatar la ira del niño después de golpearlo y haberse burlado de él, por desgracia parecía que tampoco había
funcionado.
De pronto salió de su
ensimismamiento al sentir un poder inmenso cercano a él. Miró a la dirección
de la que procedía la energía y se encontró con Uub, quieto, con la cabeza caída y con los brazos bajados, con una postura que daba la sensación de haberse quedado
inconsciente mientras se encontraba de pies, como si fuese un títere al que
sostenían unas cuerdas invisibles. Se sorprendió, porque a pesar de proceder del
muchacho, el ki que sentía no era el suyo.
Era una energía extraña, ni pura,
ni malvada, ni siquiera un rango intermedio… Era una energía caótica que desbordaba todo su ser y se extendía amenazadoramente por todas partes.
Uub levantó la cabeza y miró a
Vegeta con un rostro totalmente inexpresivo, con los ojos en blanco y sin producir ningún sonido. Justo cuando parecía que iba a
realizar algún movimiento, cayó de bruces contra el suelo, inconsciente.
Detrás de él, Goku, con el pelo de
color rosado y rojizo, mantenía su mano levantada a la altura donde hacía unos
segundos se encontraba el cuello del muchacho.
-Es suficiente.
CAPÍTULO IV
-Mmmmph.
-¿Pasa algo señor? –preguntó Uub algo cohibido.
-Goku, ¿el niño sabe cuáles son sus orígenes? –preguntó el
anciano Kaio Shin.
-Sí, se lo conté poco después de conocerlo –respondió el
saiyano -. Sabe que es la reencarnación de Buu.
-Eso simplificará las cosas –dijo el anciano.
Tras el incidente ocurrido el día anterior con Vegeta, tanto
Kaio del Norte como Goku, habían coincidido en que sería mejor idea llevar a
Uub con los Kaio Shin. El inabarcable conocimiento del universo por parte de
los dioses de la vida podría, tal vez, explicar lo ocurrido en aquella pequeña
isla del sur.
Habían llegado pronto, por la mañana, y fueron recibidos
amablemente en la tierra sagrada. El viejo Kaio Shin se había ofrecido a usar
sus poderes mentales para intentar dar una explicación a lo ocurrido por lo
que, al poco tiempo de hacer las presentaciones, el joven y el anciano se
habían sentado en la hierba.
-¿Has sentido alguna vez los deseos de hacer daño a alguien?
–preguntó la deidad mientras mantenía los brazos elevados en dirección al
muchacho -¿Ganas de destruir o sembrar algún tipo de caos?
-N…no –dijo Uub pensativo –. Me enfadé con el señor Goku una
vez, también con el señor Vegeta, pero creo que nada más aparte de eso.
-Es un buen muchacho –intervino Goku -. No le haría daño a
una mosca.
-¿Por qué pregunta eso antepasado? –dijo asombrado el joven
Kaio Shin que no entendía a donde quería llegar su ancestro.
-El alma de Uub es inestable y podría ser la causa de ese
extraño poder que mostró ayer. Tengo mis suposiciones, pero ¿podrías decirme
cómo creó Bibidi al Monstruo Buu? –interpeló el anciano Kaio Shin a su
predecesor.
-Sí, por supuesto –se apresuró el joven Kaio -. Quiero
decir, no tengo todos los detalles. Mis conocimientos se basan en las
investigaciones que realizaron el Supremo Kaio Shin y el Kaio Shin del Sur.
Lo que me dijeron –continuó Kaio Shin rápidamente para
evitar que el anciano lo reprendiera por no tener más información que la que le
dieron los dos kaios -, es que el brujo Bibidi quería controlar el universo.
Por suerte Lord Beerus y los Kaio Shin nunca se lo permitiríamos, así que
intentó reclutar en sus filas a numerosos demonios, monstruos y seres de los
más recónditos lugares del universo. Sin embargo, el poder de los Kaio Shin era
una barrera inalcanzable para cualquier mortal, no hablar siquiera del poder de
Lord Beerus. Los intentos de Bibidi por hacerse con el control del universo se
detuvieron durante una temporada, pero su afán en conseguir el poder no se detuvo. El gran Kaio Shin y el Kaio Shin del Sur me hablaron de una energía que habitaba
en el universo, una especie de gas, una nube rosada. No conocían su procedencia,
pero se tienen datos de su existencia desde que aparecieron los primeros Kaio
Shin, puede que su origen se remonte al inicio del propio universo.
-La nube Wacamobe –coincidió el anciano -. En nuestros
tiempos también era un misterio, no solo para los dioses, ni siquiera los ángeles
saben cuál es su procedencia. Sus propiedades son similares a la maldad que se
extrae a los mortales en el más allá cuando mueren. Pero la maldad no causa
estragos por si misma. Si no recuerdo mal Vegeta y tú tuvisteis un encontronazo
hace unos años, con un niño ogro que había absorbido esta maldad ¿cierto?
-preguntó mirando al saiyano.
-El monstruo Janemba –asintió Goku.
-Esa maldad se fusionó con su cuerpo y le causó una mutación
–continuó el anciano -, pero si guardas esa maldad en un frasco o incluso si la
dejas libre, siempre y cuando no la respires o la ingieras, no hará nada. La
nube de la que hablamos es una energía caótica con una tonalidad maliciosa que
cada cierto tiempo explotaba, absorbía y destruía cualquier astro que estuviera
a su alrededor.
Lord Beerus propuso destruirla con el Hakai –dijo el anciano
Kaio Shin con pesadumbre –. ¡Siempre soluciona sus problemas destruyendo! Pero
creo que fue bastante acertado por mi parte convencerlo para que desechara esa
idea, ya que su existencia era un misterio, no sabíamos si podía tener alguna
función en la creación o en el mantenimiento del universo. Es un fenómeno que
solo ha aparecido en el Universo Siete, ni siquiera se ha visto algo similar en
nuestro universo gemelo. Por lo que para mí destruirlo podría haber sido tan
arriesgado como mantenerlo.
-¿Qué tiene que ver esto conmigo? –preguntó Uub asustado mientras hacía un ademán de incorporarse.
-Uub –dijo el joven Kaio Shin, mientras hacía un gesto con
los brazos para indicarle que se quedara sentado –, creo que lo que mi antepasado plantea es que no sería
descabellado pensar que tú tienes esa nube de energía en tu interior, ya que
desapareció cuando Bibidi creó al monstruo Buu, así que no sería extraño pensar
que Buu era esa nube.
-¿Cómo es eso posible? –preguntó Goku –Creí que el alma de
Kid Buu era lo que se había reencarnado en Uub, creí que Enma me lo había
concedido. ¿Qué tiene que ver el cuerpo original de Buu con él? A fin de
cuentas lo que se reencarna es el alma.
-Y no andas desencaminado muchacho –asintió el anciano -¿Qué
más te dijo el Supremo Kaio Shin sobre la creación de Buu? –preguntó el anciano
a su congénere.
-Me dijo que esa nube no era un ser vivo –informó el joven
Kaio -, que era energía inagotable que había perdurado durante millones de
años, pero que el brujo había conseguido dotar de vida. El Kaio Shin Supremo
apuntó que podría haber conseguido fusionar un alma con esa energía.
-¿Entonces lo que ocurrió con Janemba fue algo parecido? -preguntó
Kibito, el ayudante de Kaio Shin que se había mantenido al margen de la conversación
hasta aquel momento.
-Sí –confirmó el anciano –. Hace muchos años una bruja
consiguió crear demonios con este sistema. El alma y la energía negativa se
acaban uniendo. En el caso de Janemba pudisteis separar al muchacho de la
energía negativa gracias a esa bola que le lanzasteis. Con eso pudisteis
destruir solo la energía negativa, la cual aún no se había adaptado a su nuevo
huésped. ¿Me equivoco si digo que usasteis Hakai?
-En ese momento no estábamos muy seguros, pero sí –respondió
Goku -. Nosotros no conocíamos esa habilidad, ya que todavía no nos habíamos
encontrado con Lord Beerus, pero siendo Gogeta, las ideas de nuevas técnicas
venían solas a nuestra cabeza. La fusión metamor es muy útil en ese sentido,
Goten y Trunks también se vuelven muy creativos a la hora de desarrollar nuevas
técnicas cuando están fusionados y, como el control de la energía es muy
superior, eso provoca que el control y el poder a la hora de desarrollar esas
técnicas sea muy alto. Nosotros al enfrentarnos contra Janemba queríamos salvar
al crío y acabar con el monstruo, así que creamos una bola de energía que
resultó ser Hakai. Como la lanzamos con el objetivo de destruir la energía
negativa, pudo eliminarla y dejar al chico ileso –señaló Goku -. Más adelante
volvimos a probarlo con Broly cuando nos enfrentamos a él, pero no le hizo
nada, ya que realmente no era un mal tipo.
-En aquella ocasión salió bien al no haberse realizado una
simbiosis completa –puntualizó el anciano –. La maldad no es capaz de separarse
de un alma así como así, por ese motivo tenemos las máquinas en el infierno,
son el resultado de millones de años de investigación para poder reencarnar las
almas, permitiendo que estas vuelvan al mundo de los humanos sin aquella
maldad. Sin embargo, en el caso de Uub, esa alma ha estado tanto tiempo unida a
la Wacamobe que parece que se ha vuelto una con él, motivo por el cual es tan
fuerte.
Si el alma simplemente se reencarnara no tendría por qué
haber nacido con grandes habilidades, no al menos más allá de las que podría
tener un terrícola. Lo que he notado en su interior no ha sido maldad, ha sido
caos, pero no un caos como el del pequeño Buu, con una naturaleza maliciosa de base
y retocada por Bibidi, para así darle una personalidad maligna, sino un caos
puro, que no disfruta destruyendo pero que simplemente puede destruirlo todo
azarosamente.
-¡Pero eso es horrible! ¿Soy una especie de bomba? –preguntó
el chico muy asustado.
-Tranquilo muchacho –dijo el anciano Kaio Shin tratando de
calmarlo -. El lavado para extraer la maldad de tu alma fue efectivo, eso ha
evitado que seas un genocida como Buu. Para que me entiendas –intentó
explicarle el anciano -, tu alma es como la piel, en la cual has sufrido una
terrible herida. Esta ha sido curada, en este caso gracias a las depuradoras
del infierno, pero ha quedado una fea cicatriz, una marca que ya no puede curarse.
Esa marca son los poderes de la Wacamobe y su influencia caótica, unida a tu alma después de tantos
millones de años. Esos poderes, al ser una esencia caótica, se activan cuando
pierdes el control. Este asunto es muy serio, no os voy a engañar, desconocemos
el origen de la Wacamobe y no sabemos cómo le afectará la reencarnación a sus
propiedades. Pero hay algo que sí os puedo asegurar –les dijo el anciano con un
tono que hacía comprender la gravedad del asunto. –Si Uub pierde el control
puede atacar a cualquiera, incluso destruir el planeta, sin maldad, de forma
totalmente aleatoria.
Como el muchacho ha dicho, realmente es una bomba. Sin
embargo… es posible que pueda controlarlo…
-¿Cómo? –preguntó Uub con el corazón en un puño.
-¿Qué se le ha ocurrido antepasado? –dijo Kaio Shin
sorprendido.
-La Wacamobe es una energía inestable y caótica, pero el
monstruo Buu original tenía una conciencia. Aunque su naturaleza le llevara a
sembrar el caos, sentía miedo o satisfacción y elegía a sus víctimas, es decir,
la fortaleza de su alma consiguió sobreponerse a la naturaleza de la Wacamobe.
En el caso de Uub, cuando está tranquilo ocurre lo mismo, pero, si algunos
estímulos le hacen perder el control, esa marca, esa cicatriz que hay en su
alma pasa se superpone, con más fuerza cuanto mayor es el descontrol de Uub.
-¿Qué habría que hacer para que pudiese controlarlo? –preguntó
el saiyano serio.
-Hay tres partes que debería entrenar –le informó el anciano
-. La primera su mente, lo que dijisteis que pasó con Vegeta fue una
insensatez. Vuestro objetivo debe ser que Uub jamás pierda el control. Si
consigue mantener sus emociones bien sujetas, la esencia de la Wacamobe no se
impondrá nunca al muchacho.
-Dende y Míster Popo podrían ayudarlo en ese sentido –dijo Goku.
-Tenéis un buen Kami-sama, podría servir, la segunda –continuó
el anciano Kaio Shin – ha de ser su cuerpo. Por mucho que entrene su mente, en
la vida habrá cosas que obviamente le harán perder el control, sin embargo, los
poderes que despiertan en él la Wacamobe, no deberían ser superiores a los que
tenía el monstruo Buu, un cuerpo débil será más fácil de manejar por el
torrente de poder de la Wacamobe que un cuerpo fuerte. Si consigue superar el
poder del monstruo Buu con su propia fuerza, esta naturaleza caótica solo se
impondrá en casos muy extremos en los que definitivamente pierda el juicio.
Cuanto más fuerte se haga menos posibilidades habrá de que la Wacamobe pueda
imponerse a su cuerpo. Sin embargo esto tiene una contrapartida –señaló el
anciano -. Si ahora, tal cual está, la Wacamobe se apodera de él por completo,
su fuerza podría ser similar a la del monstruo Buu. Hay muchos guerreros en la
Tierra que podrían frenarlo pero, si se hace más y más fuerte, cuando la
Wacamobe se superponga, no solo utilizará su propia fuerza sino que sumará a
ella la de Uub.
Por este motivo debéis ser muy cuidadosos con su
entrenamiento, es mejor que avance lento pero seguro a que lo forcéis y pierda
el control, porque cuanto más poder vaya consiguiendo, más poder se pondrá en
nuestra contra si no es capaz de dominarse. ¿Me has entendido saiyano? –preguntó el
anciano molesto –Conozco vuestros métodos y os forzáis demasiado. Nada de
entrenamientos que le lleven a la extenuación, nada de hacerle enfadar para que
saque más poder y nada de ataques sorpresa para ver cómo reacciona, ¿lo has
entendido? Debe entrenar siempre en entornos controlados.
-Sí, disculpe –dijo Goku sonriente y un poco avergonzado
recordando la primera vez que se encontró con el anciano Kaio Shin.
-La tercera fuente de poder que ha de ser entrenada es su
espíritu. Las otras dos son parches que le harán no perder el control en
entornos poco o medianamente estimulantes. Pero lo primordial es que consiga
hacer suyo el control de la Wacamobe, que incluso pueda utilizar su poder sin
perder la conciencia, subyugando la esencia de este poder al suyo propio, absorbiéndolo
y haciendo que forme parte definitivamente de él en lugar de ser una parte
inestable en su alma.
Para entrenarla vendrá aquí –indicó el anciano –, yo puedo
encargarme de ir sacando su poder. Pero lo haremos poco a poco, para que así no
pierda el control. No sé cuánto tiempo tardaremos, pero debemos conseguir que
ese poder se vuelva suyo. Si no hacemos algo, el peligro que Uub supondría para
el universo sería similar al del monstruo Buu, puede incluso que mayor -dijo
mirando tristemente al muchacho.
Necesitamos continuacion de esta historia :DDD
ResponderEliminarEl siguiente capítulo está escrito, en cuanto acabe un vídeo que tengo que subir a youtube (mañana posiblemente) le meteré un repaso para estar seguro de que está bien escrito y lo subiré
Eliminar¿esto tiene algo que ver con la saga de MORO?
ResponderEliminarNo, en principio la saga de Moro no se incluirá dentro del lore de este fanmanga, si se me ocurriese algo chulo que pudiera aportar me lo pensaría, pero de momento no está en el plan
EliminarTe está quedando muy bien,para cuando el 4to capitulo?
ResponderEliminarPues he acabado una review y unas cosas que tenía así que para la semana que viene imagino que subiré el siguiente
EliminarUna pregunta acerca del capitulo 4. Majin Buu Gordo tambien posee esta energía caótica? porque según la lógica de Ubb deberia aplicarse lo mismo a él
ResponderEliminarNo. El concepto a meter con este tema va a ser bastante complicado así que tendré que ir profundizando en más capítulos sobre ello. En principio hay una nube, llega Bibidi y lo combina con un alma, tenemos un ser cuyo cuerpo está formado por la nube, y el alma es la que usó Bibidi. Sin embargo esta nube no es solo algo material, a pesar de no ser un ser vivo tiene una esencia y esa esencia se combina con el alma, por lo que el concepto de Kid Buu sería alma random con la esencia y los poderes del caos de la nube y cuerpo a raíz de la nube como materia. Luego aparecería Majin Buu, que debe tener un alma también, porque si no ¿cómo están vivos Kid Buu y Majin Buu a la vez? El procedimiento que yo saco para esto es Kid Buu absorbió al Kaio Shin supremo pero al contrario que hizo con otra mucha gente, el alma del Kaio Shin supremo prevaleció, de ahí la influencia que hizo a Kid Buu transformarse en Majin Buu. Esto no es como lo de Super que el Kaio Shin está vivo, aquí el Kaio como tal está muerto, lo que ha quedado es su alma, que no desapareció y se fue al más allá porque habita en la materia, en el cuerpo, en la parte física de esa nube, es decir, tendríamos 2 almas: Por un lado la que usó Bibidi, un alma normal que quedó corrompida y que absorbió esa esencia caótica de la nube y que Bibidi impregnó de maldad para que ese caos fuera destrucción provocada con malicia, que sería Kid Buu, y por otro lado tenemos el alma del supremo Kaio Shin, un alma puro que no se dejó influenciar por el caos de esa nube, sino que se superpuso al poder de la esencia de la nube, sin embargo esa pureza le lleva a destruir cosas también, no por naturaleza como Kid Buu, sino porque le enseñan a ser así como dice el propio Majin Buu, ya que es como un niño pequeño. Así que ese caos se habría quedado en Kid Buu En cuanto al cuerpo ambas almas se habría quedado en un cuerpo formado por la materia de la nube, por un lado la de Kid Buu en una solidificación de esa nube, y por otro Majin Buu que sería una parte de esa nube también que se habría mezclado con el cuerpo del supremo Kaio Shin. Ambos tienen poderes de la nube porque su cuerpo está hecho de eso, (Kid Buu su mayoría y Majin Buu un poco pero sumado al poder del Supremo Kaio) pero la diferencia es que si murieran ambos y se reencarnaran, el alma de Majin Buu (la de supremo Kaio Shin) no conservaría el poder de la nube, puesto que la nube solo era su cuerpo, mientras que con Kid Buu sí que lo conservaría (Uub) porque ese extraño gas habría pasado a ser parte de su alma. Es chungo de entender no lo voy a negar XD
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